Cada cambio que vivimos supone una adaptación que requiere cierta flexibilidad para desprenderse de una situación pasada y adaptarse a otra nueva.
A veces se trata de acontecimientos que pueden cambiar el rumbo de nuestra vida de forma repentina, alterando nuestro equilibrio personal. Entonces, las estrategias que antes nos ayudaban ahora no nos sirven, y nos vemos ante la necesidad de explorar nuevas estrategias. A veces esto produce una sensación de pérdida de control emocional.
Las crisis pueden ser evolutivas o situacionales:
» Las crisis evolutivas son las relacionadas con la evolución física y psíquica del individuo. No todas las personas al pasar por ciertas edades entran en crisis, pero hay que tener en cuenta las etapas más frecuentes dónde pueden aparecer: la adolescencia, la edad media y la tercera edad.
» Las crisis situacionales son las relacionadas con los acontecimientos vitales, tales como la toma de decisiones sobre una carrera o trabajo, la adaptación a la convivencia en pareja, el nacimiento de un hijo, la pérdida de un ser querido, una enfermedad propia o de un allegado, la separación de la pareja, una mudanza, la independencia de los hijos, etc.
Cuando se presentan las crisis vitales nuestra vida cambia repentinamente. Muchas veces nos enfrentan a un conflicto y nos obligan a tomar decisiones que no siempre son fáciles.
Si te encuentras en un momento de cambio en tu vida y no sabes qué rumbo tomar, la Terapia Cognitivo Conductual podría ayudarte a situarte en el momento presente desde una perspectiva diferente.